El Proceso de Iniciación en el Movimiento es
ascendente en su conocimiento, responsabilidad y compromiso. La Pre-Iniciación
es una etapa previa para los que inician en este nuevo camino de fe y consiste
en la Escucha del Principio de Dios a través de la Conferencia en los lugares
adecuados para tal fin. A los
Pre-Iniciados se les llama Amigo. Ellos simpatizan con el Sistema de
Pensamiento Espiritual y pueden decidir si permanecen en esta etapa
participando de los diferentes Encuentros, o bien, solicitan personalmente la
vinculación formal al Movimiento para ascender en los grados espirituales. La Escritura se refiere a esta etapa como el
inicio de la emancipación de un pensamiento encadenado a prejuicios y dogmas
espirituales, religiosos, políticos, económicos, científicos y sociales; así,
la designación de “Amigo”, hace potencialmente presente la espiritualidad, la
verdad, la libertad y la vida. Esta
escrito: "A vosotros ya no os
llamo siervos, sino amigos” (Jn 15,15).
El
“Amigo” recibe una cinta de color rojo escarlata, signo de su vinculación al
Movimiento; también significa su compromiso, responsabilidad y determinación
por alcanzar Sabiduría y Bendición.
Ahora, El “Amigo”, solicita el Grado de Iniciación, y
al ser aceptado recibe el nombre de Discípulo.
Está escrito: "Nosotros
tenemos la mente de Cristo"
(1 Cor 2,16); y otro
texto dice: “Yo les he dado la gloria que tú me
diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mi, para
que sean perfectamente uno” (Jn 17.22.23).
El discipulado es el camino de Unidad con Cristo que conduce a la
apertura de la mente y el corazón para escuchar, entender y aplicar el
Principio de Dios.
El “Discípulo” recibe la
Escritura cerrada como signo de la determinación en la apertura al conocimiento
de Dios; también, se entrega el brazal para uso público como signo del
revestimiento de Cristo y el
testimonio de una alianza espiritual entre el “Discípulo” y Dios Padre.
Al profundizar en el Conocimiento de la Ciencia de Dios, el
“Discípulo” es invitado al Grado de
Profundización, adquiriendo el nombre de Hermano de Cristo; en este grado el
“Hermano” entra en la comprensión de los Misterios de Dios al reconocer que
comparte, por gracia, una relación personal con Dios como Padre.
El “Hermano” recibe la Palabra de Dios abierta
como signo de la comprensión del Principio de Dios, de la Sabiduría y de la
Ciencia de Dios; además, se le entrega el símbolo del Movimiento como signo del
testimonio espiritual y unidad de fe en Cristo.
Ahora, el “Hermano” pide el Grado de Sabiduría o
Celebración, aquí es nombrado Hijo de
Dios ya que es consciente de su Filiación con Dios Padre. Esta escrito: "el gran amor que ha tenido Dios para llamarnos sus hijos, pues lo
somos” (1Jn 3,1). La Filiación
manifiesta una fe plena, siendo la unidad con Cristo el culmen de esta
experiencia espiritual.
El
“Hijo” recibe un Pergamino escrito con un texto de la Escritura como signo del
testimonio y celebración en la aplicación del Principio de Dios; además, se le
entrega un anillo como signo de la fidelidad a Cristo y lealtad al Movimiento.
En conclusión: El camino espiritual del Movimiento
parte de la relación de Amistad con Dios Padre, y este acercamiento determina
los tres grados espirituales: Grado de Iniciación que busca el Conocimiento de
la Escritura como “Discípulo”; grado de Profundización que busca la Comprensión
del Principio de Dios