1. El Movimiento se dirige a Dios como Dios
Padre. Está escrito: “…Recibisteis un espíritu de hijos adoptivos
que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!” (Rm 8,15b).
2. El Movimiento toma como referencia de fe
la Escritura, aceptando su autoridad como Palabra de Dios, fuente de vida,
dirección y salvación. Acoge la Escritura que contiene 46 libros en
el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento. Con ella escucha la Palabra, lee la
Escritura, estudia los misterios de Dios y aplica el Principio de
Sabiduría. Está escrito: "Para
mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero" (Sal 119,105).
3. El Movimiento se rige por el siguiente principio de fe: “Creo en Dios y le creo a
Dios”.
4. El
Movimiento posee una mentalidad
nueva porque está en unidad con la mente de Cristo: Piensa como piensa
Cristo, siente como siente Cristo, habla como habla Cristo y hace lo que hace
Cristo (Cfr. 1Cor 2,16).
5. El
Movimiento habla un
mismo lenguaje: El Principio de Dios Aplicado, es decir, la Palabra de Dios
contenida y aplicada en la Escritura.
Está escrito: "Si alguno habla, sean Palabras de
Dios" (1P 4,11; Cfr. Eclo 9,15).
6. El
Movimiento posee unidad
de propósito: Busca adquirir Sabiduría y Bendición: Riqueza y gloria; fortuna
sólida y justicia. Con la
Sabiduría viene toda bendición, todo bien precioso y deseable (Cfr. Pr
24,3-4; 3Jn 2).