Sentarse a la Diestra

 “Sentarse a la diestra” es el gesto de sentarse naturalmente para desarrollar el Milagro de Dios. Nosotros entramos con esta postura en la comprensión de la Palabra de Dios y el Principio de Dios Aplicado hasta alcanzar Sabiduría y Bendición. 

“Sentarse a la diestra” es un estado de oración, meditación, contemplación, quietud, espera y silencio. Su práctica espiritual es garantía de la bendición en la vida cotidiana porque, “Sentarse a la diestra”, es sentarse para estar en las cosas de Dios.

El objeto de “Sentarse a la diestra” es contemplar la Gloria de Dios y la Gloria de Dios está en dar fruto y ser Discípulos del Maestro (Cfr. Jn 15,8).


FUNDAMENTO BÍBLICO

En la oración hecha a su Padre, el deseo de Cristo es que sus Discípulos estén siempre a su lado; veamos tres textos del Evangelio de San Juan: “Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor” (Jn 12,26); y más adelante dice: “Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros” (Jn 14,3); y concluye diciendo: “Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo” (Jn 17,24).

Y, ¿Dónde está Cristo? Una pregunta que respondemos a la luz de la Palabra de Dios. Tres son los lugares donde está Cristo:

1. Cristo está sentado a la diestra de Dios Padre en el Cielo. “Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios” (Mc 16,19).

2. Cristo está en el Templo Interior de cada persona. “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn 14,23).

3. Cristo está en medio de la comunidad. “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20).

ESTAR AL LADO DE CRISTO

Siendo el deseo de Cristo estar a su lado, encontramos en el salmo 110,1 lo siguiente: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies”. Cristo da cumplimiento a esta profecía mesiánica, sentándose a la diestra de Dios en el cielo hasta el final del tiempo (Cfr. Hb 10,11-14) y nosotros aplicamos este principio como el resultado de nuestra oración hecha con fe. De ahí la práctica “Sentarse a la diestra”, desde donde podemos contemplar la gloria de Dios, encontrarnos con Cristo en el Templo Interior y tener la certeza de que está en medio cuando dos o tres se reúnen en su nombre. “Sentarse a la diestra” es la manera espiritual de estar a su lado, permaneciendo en silencio con la esperanza cierta del cumplimiento de la promesa hecha en la oración del Milagro de Dios: “Ya de mañana oyes mi voz; de mañana te presento mi súplica, y me quedo a la espera” (Sal 5,4); “Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque el Señor te ha hecho bien” (Sal 116,7).

CONSIDERACIONES SOBRE “SENTARSE A LA DIESTRA”

Toda persona de buena voluntad puede acceder a la práctica de la oración: niños, jóvenes y adultos; “sentarse a la diestra” nos permite recorrer el camino con seguridad y alcanzar  Sabiduría y Bendición. Es una práctica segura que da consistencia y trabazón al Sistema de Pensamiento Espiritual del Movimiento.

El lugar para “Sentarse a la diestra” debe ser tranquilo; sin embargo cualquier recinto o campo abierto en el que podamos entrar en contacto con lo divino, sirve para sentarse. Consideramos tres lugares a la luz de la Palabra de Dios:
 1. El hogar, especialmente, la habitación. “Tú en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto te recompensara” (Mt 6,6);
 2. Un lugar Sagrado: “Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar” (Mc 1,21);
3. En un lugar solitario y tranquilo: “Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí” (Mt 14,23)

El momento para “Sentarse a la diestra”, es cuando nos sentamos a orar. Nos sentamos en un lugar adecuado, en el momento disponible, orando continuamente: “Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1Ts 16-18).

Un momento especial para hacer la oración es en la mañana: “De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración” (Mc 1,35)

El tiempo de sentase a la diestra lo determina cada cual en su intensión de buscar la Sabiduría y la Bendición. “¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil” (Mt 26,40-41)

LA MANERA DE  “SENTARSE A LA DIESTRA”

He aquí la indicación para practicar el “Sentarse a la diestra”: Ubique una silla cómoda, ojalá con respaldar, y siéntese, forme con las piernas un ángulo de 90° y apoye la planta de los pies totalmente sobre el piso, manteniendo una leve separación entre ellos; coloque sus manos en la mitad del muslo de las piernas dejándolas descansar con las palmas hacia abajo. La columna debe estar erguida, con el cuello en perfecta alineación y el rostro en su posición natural con los ojos viendo al frente; la mirada fija pero distraída para dar preeminencia a los ojos del pensamiento. Manténgase en esta posición en total quietud, reposo y silencio. “Porque así dice el Señor, el Santo de Israel: Por la conversión y calma seréis liberados, en el sosiego y seguridad estará vuestra fuerza” (Is 30,15).

Al momento de encontrarse en total quietud, respire de forma abdominal; inhale profundamente y exhale suavemente; ahora regule la respiración naturalmente, de esta manera, está preparado para entrar a desarrollar el Milagro de Dios.
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Sentarse a la diestra, los Talleres, Tertulias y Conferencias constituyen la base estructural de la enseñanza del Movimiento de Sabiduría y Bendición. “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles (Conferencias), a la comunión (Tertulias), a la fracción del Pan (Talleres) y a las oraciones (Sentarse a la diestra)” (Cfr. Hch 2,42).

Sea Dios Bendito por Siempre.

Eliécer Ramírez Sánchez
Movimiento de Sabiduría y Bendición