Bienvenidos al Movimiento de Sabiduría y Bendición

Nuestro deseo más ferviente es que poseas la Sabiduría y con ella Riqueza y Gloria; Fortuna sólida y Justicia (Cfr. Pr 8,18).

Siéntese con nosotros

Descubra la oración a través del Milagro de Dios, el silencio y la quietud.

Acérquese a la Palabra de Dios

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia... 2 Timoteo 3:16

Conozca el Pensamiento espiritual del Movimiento

Viva la espiritualidad del Principio de Dios Aplicado, luz que ilumina el camino de nuestra vida.

Plenos de Sabiduría y Bendición

Demos gracias a Dios por la Sabiduría y sus frutos de Bendición.

Tertulias

Las Tertulias son el encuentro de las personas que han participado de los Talleres y desean profundizar en el Principio de Dios Aplicado, escuchando, participando y aportando nuevas formas de expresión y aplicación de la Palabra de Dios. 

Las Tertulias renuevan la Palabra de Dios para que, cada cual, aplique la enseñanza en su vida cotidiana según sea sus circunstancias.

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Sentarse a la diestra, los Talleres, Tertulias y Conferencias constituyen la base estructural de la enseñanza del Movimiento de Sabiduría y Bendición. “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles (Conferencias), a la comunión (Tertulias), a la fracción del Pan (Talleres) y a las oraciones (Sentarse a la diestra)” (Cfr. Hch 2,42).

Talleres

Los Talleres son encuentros donde:

1. Se lee y estudia la Palabra de Dios

2. Se aprende sobre el Principio de Dios Aplicado
3. Se adquiere el Sistema de Pensamiento Espiritual
4. Se vive la Espiritualidad del Movimiento
5. Nos permite alcanzar Sabiduría y Bendición.

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Sentarse a la diestra, Talleres, Tertulias y Conferencias constituyen la base estructural de la enseñanza del Movimiento de Sabiduría y Bendición. “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles (Conferencias), a la comunión (Tertulias), a la fracción del Pan (Talleres) y a las oraciones (Sentarse a la diestra)” (Cfr. Hch 2,42).

Sentarse a la Diestra

 “Sentarse a la diestra” es el gesto de sentarse naturalmente para desarrollar el Milagro de Dios. Nosotros entramos con esta postura en la comprensión de la Palabra de Dios y el Principio de Dios Aplicado hasta alcanzar Sabiduría y Bendición. 

“Sentarse a la diestra” es un estado de oración, meditación, contemplación, quietud, espera y silencio. Su práctica espiritual es garantía de la bendición en la vida cotidiana porque, “Sentarse a la diestra”, es sentarse para estar en las cosas de Dios.

El objeto de “Sentarse a la diestra” es contemplar la Gloria de Dios y la Gloria de Dios está en dar fruto y ser Discípulos del Maestro (Cfr. Jn 15,8).


FUNDAMENTO BÍBLICO

En la oración hecha a su Padre, el deseo de Cristo es que sus Discípulos estén siempre a su lado; veamos tres textos del Evangelio de San Juan: “Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor” (Jn 12,26); y más adelante dice: “Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros” (Jn 14,3); y concluye diciendo: “Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo” (Jn 17,24).

Y, ¿Dónde está Cristo? Una pregunta que respondemos a la luz de la Palabra de Dios. Tres son los lugares donde está Cristo:

1. Cristo está sentado a la diestra de Dios Padre en el Cielo. “Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios” (Mc 16,19).

2. Cristo está en el Templo Interior de cada persona. “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn 14,23).

3. Cristo está en medio de la comunidad. “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20).

ESTAR AL LADO DE CRISTO

Siendo el deseo de Cristo estar a su lado, encontramos en el salmo 110,1 lo siguiente: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies”. Cristo da cumplimiento a esta profecía mesiánica, sentándose a la diestra de Dios en el cielo hasta el final del tiempo (Cfr. Hb 10,11-14) y nosotros aplicamos este principio como el resultado de nuestra oración hecha con fe. De ahí la práctica “Sentarse a la diestra”, desde donde podemos contemplar la gloria de Dios, encontrarnos con Cristo en el Templo Interior y tener la certeza de que está en medio cuando dos o tres se reúnen en su nombre. “Sentarse a la diestra” es la manera espiritual de estar a su lado, permaneciendo en silencio con la esperanza cierta del cumplimiento de la promesa hecha en la oración del Milagro de Dios: “Ya de mañana oyes mi voz; de mañana te presento mi súplica, y me quedo a la espera” (Sal 5,4); “Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque el Señor te ha hecho bien” (Sal 116,7).

CONSIDERACIONES SOBRE “SENTARSE A LA DIESTRA”

Toda persona de buena voluntad puede acceder a la práctica de la oración: niños, jóvenes y adultos; “sentarse a la diestra” nos permite recorrer el camino con seguridad y alcanzar  Sabiduría y Bendición. Es una práctica segura que da consistencia y trabazón al Sistema de Pensamiento Espiritual del Movimiento.

El lugar para “Sentarse a la diestra” debe ser tranquilo; sin embargo cualquier recinto o campo abierto en el que podamos entrar en contacto con lo divino, sirve para sentarse. Consideramos tres lugares a la luz de la Palabra de Dios:
 1. El hogar, especialmente, la habitación. “Tú en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto te recompensara” (Mt 6,6);
 2. Un lugar Sagrado: “Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar” (Mc 1,21);
3. En un lugar solitario y tranquilo: “Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí” (Mt 14,23)

El momento para “Sentarse a la diestra”, es cuando nos sentamos a orar. Nos sentamos en un lugar adecuado, en el momento disponible, orando continuamente: “Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1Ts 16-18).

Un momento especial para hacer la oración es en la mañana: “De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración” (Mc 1,35)

El tiempo de sentase a la diestra lo determina cada cual en su intensión de buscar la Sabiduría y la Bendición. “¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil” (Mt 26,40-41)

LA MANERA DE  “SENTARSE A LA DIESTRA”

He aquí la indicación para practicar el “Sentarse a la diestra”: Ubique una silla cómoda, ojalá con respaldar, y siéntese, forme con las piernas un ángulo de 90° y apoye la planta de los pies totalmente sobre el piso, manteniendo una leve separación entre ellos; coloque sus manos en la mitad del muslo de las piernas dejándolas descansar con las palmas hacia abajo. La columna debe estar erguida, con el cuello en perfecta alineación y el rostro en su posición natural con los ojos viendo al frente; la mirada fija pero distraída para dar preeminencia a los ojos del pensamiento. Manténgase en esta posición en total quietud, reposo y silencio. “Porque así dice el Señor, el Santo de Israel: Por la conversión y calma seréis liberados, en el sosiego y seguridad estará vuestra fuerza” (Is 30,15).

Al momento de encontrarse en total quietud, respire de forma abdominal; inhale profundamente y exhale suavemente; ahora regule la respiración naturalmente, de esta manera, está preparado para entrar a desarrollar el Milagro de Dios.
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Sentarse a la diestra, los Talleres, Tertulias y Conferencias constituyen la base estructural de la enseñanza del Movimiento de Sabiduría y Bendición. “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles (Conferencias), a la comunión (Tertulias), a la fracción del Pan (Talleres) y a las oraciones (Sentarse a la diestra)” (Cfr. Hch 2,42).

Sea Dios Bendito por Siempre.

Eliécer Ramírez Sánchez
Movimiento de Sabiduría y Bendición

Primer Encuentro

Primer Encuentro del Movimiento de Sabiduría y Bendición. Sea Dios Bendito por Siempre.




INICIACIÓN

El Proceso de Iniciación en el Movimiento es ascendente en su conocimiento, responsabilidad y compromiso.  La Pre-Iniciación es una etapa previa para los que inician en este nuevo camino de fe y consiste en la Escucha del Principio de Dios a través de la Conferencia en los lugares adecuados para tal fin.  A los Pre-Iniciados se les llama Amigo.  Ellos simpatizan con el Sistema de Pensamiento Espiritual y pueden decidir si permanecen en esta etapa participando de los diferentes Encuentros, o bien, solicitan personalmente la vinculación formal al Movimiento para ascender en los grados espirituales.  La Escritura se refiere a esta etapa como el inicio de la emancipación de un pensamiento encadenado a prejuicios y dogmas espirituales, religiosos, políticos, económicos, científicos y sociales; así, la designación de “Amigo”, hace potencialmente presente la espiritualidad, la verdad, la libertad y la vida.  Esta escrito: "A vosotros ya no os llamo siervos, sino amigos” (Jn 15,15).

El “Amigo” recibe una cinta de color rojo escarlata, signo de su vinculación al Movimiento; también significa su compromiso, responsabilidad y determinación por alcanzar Sabiduría y Bendición. 

Ahora, El “Amigo”, solicita el Grado de Iniciación, y al ser aceptado recibe el nombre de Discípulo.  Está escrito: "Nosotros tenemos la mente de Cristo" (1 Cor 2,16); y otro texto dice: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mi, para que sean perfectamente uno” (Jn 17.22.23).  El discipulado es el camino de Unidad con Cristo que conduce a la apertura de la mente y el corazón para escuchar, entender y aplicar el Principio de Dios.

El “Discípulo” recibe la Escritura cerrada como signo de la determinación en la apertura al conocimiento de Dios; también, se entrega el brazal para uso público como signo del revestimiento de Cristo y el testimonio de una alianza espiritual entre el “Discípulo” y Dios Padre.

Al profundizar en el Conocimiento de la Ciencia de Dios, el “Discípulo”  es invitado al Grado de Profundización, adquiriendo el nombre de Hermano de Cristo; en este grado el “Hermano” entra en la comprensión de los Misterios de Dios al reconocer que comparte, por gracia, una relación personal con Dios como Padre.

El “Hermano” recibe la Palabra de Dios abierta como signo de la comprensión del Principio de Dios, de la Sabiduría y de la Ciencia de Dios; además, se le entrega el símbolo del Movimiento como signo del testimonio espiritual y unidad de fe en Cristo.

Ahora, el “Hermano” pide el Grado de Sabiduría o Celebración, aquí es nombrado Hijo de Dios ya que es consciente de su Filiación con Dios Padre.  Esta escrito: "el gran amor que ha tenido Dios para llamarnos sus hijos, pues lo somos” (1Jn 3,1).  La Filiación manifiesta una fe plena, siendo la unidad con Cristo el culmen de esta experiencia espiritual.

El “Hijo” recibe un Pergamino escrito con un texto de la Escritura como signo del testimonio y celebración en la aplicación del Principio de Dios; además, se le entrega un anillo como signo de la fidelidad a Cristo y lealtad al Movimiento.

En conclusión: El camino espiritual del Movimiento parte de la relación de Amistad con Dios Padre, y este acercamiento determina los tres grados espirituales: Grado de Iniciación que busca el Conocimiento de la Escritura como “Discípulo”; grado de Profundización que busca la Comprensión del Principio de Dios