Reciba nuestro saludo
de bienestar en Cristo.
El Movimiento busca
con diligencia poseer la SABIDURÍA de Dios, expresada en la Escritura, para
gozarnos en su fruto que es la BENDICIÓN: Riqueza y gloria; fortuna solida y
justica; juntamente con las cuatro virtudes que proceden de la Sabiduría: Templanza,
prudencia, justicia y fortaleza, virtudes sobre las que se apoya la Bendición
buscando la excelencia humana.
El Movimiento procura
lograr, a partir del Principio de Dios Aplicado y el Sistema de Pensamiento Espiritual,
que la persona tome conciencia de ser Hijo de Dios, Sacerdote, Profeta y Rey,
para que a través de la mediación, la palabra y el gobierno manifieste
plenamente los talentos y carismas, dinamizando la forma de pensar y actuar.
El Movimiento no
interfiere en credos religiosos, políticos, filosóficos y demás; atendiendo a
la conciencia de los miembros de seguir formando parte de cada una de las
estructuras que conforman su ambiente vital, como iglesia, partido político,
orientación de pensamiento, raza, sexo, etc.
Sin embargo, interviene directamente en la persona para motivar un
cambio en las instituciones a la que pertenece, garantizando una evolución espiritual
y material que trasciende su propia realidad.
El Movimiento en el
libro Principios, guía para el desarrollo de la espiritualidad del Movimiento, da
a conocer su organización para
salvaguardar y llevar a cabo la obra de Dios Padre. A partir del conocimiento de la Sabiduría, la
Bendición y el Culto Espiritual se descubren los pilares del Movimiento que
identifican plenamente su manera de proceder y presentarse ante el mundo, con
un testimonio eficaz en la aplicación del Principio de Dios.
Nos mueve una
espiritualidad práctica a partir de la comprensión de la Escritura; con un
pensamiento y visión que se adquiere en perfecta unidad con el pensamiento de
Cristo, atendiendo al principio básico del Movimiento: “Creo en Dios y le Creo
a Dios”.
Nuestro más sincero deseo delante
de Dios Padre es que usted forme parte del Movimiento y por esta razón queremos
invitarlo (a) a unirse libre y abiertamente al Movimiento de Sabiduría y
Bendición SABEND.
Sea Bienvenido
por la Gracia y el Poder del Espíritu de Sabiduría.